El efecto de sobrecalentamiento, o superheat, nos permite saber si la cantidad de refrigerante que fluye hacia el evaporador es apropiado para el efecto de enfriamiento.
Un sobrecalentamiento alto provoca una deficiente refrigeración y un consumo excesivo de energía. Esto se debe a que el sistema no tiene suficiente refrigerante.
Un sobrecalentamiento bajo, ocasionado por un exceso de refrigerante en el sistema, puede reducir el efecto de enfriamiento y provocar que el refrigerante vaya líquido al compresor causando daños al mismo.

En el ciclo de refrigeración tenemos la llegada del refrigerante subenfriado por entrada de la válvula de expansión o capilar, este dispositivo es el encargado de controlar el flujo (másico) del refrigerante (números 5 – 6) el cual permite bajar la presión del refrigerante y por efecto de ebullición: su temperatura.

Esto da la capacidad de absorber el calor o energía de área o lo que se necesita enfriar (números del 6 al 7). Después de la salida del evaporador, el recorrido del refrigerante es hasta la entrada del compresor. El refrigerante debe mantener un sobrecalentamiento ideal para que no entre al compresor sobrecalentado (como lo indica en el manual de «Las buenas prácticas de refrigeración y aire acondicionado”).

Es importante saber el sobrecalentamiento que permite cada fabricante para sus equipos, pues en varios casos pueden ser distintos para refrigeración de media/baja temperatura como para el sector de AC “Confort”.

Cada tipo de refrigerante tiene una carta llamada de “entalpia” donde podemos conocer su COP “Coeficiente de Rendimiento”. Por esta razón es debe contemplar la revisión del sobrecalentamiento del equipo para dar la ganancia del refrigerante sin consumir tanta potencia.

 “Sistema con intercambiador de placas”

“Sistema dos etapas o cascada”

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