Mitos y Realidades del R-22
Actualmente el HCFC-22 es uno de los refrigerantes mas importantes por su uso en los sistemas de aire acondicionado residencial, comercial y en procesos industriales, no hay limitaciones para la temperatura que uno desee, estas características lo han llevado a ser parte fundamental de algunas de las mezclas refrigerantes, que se utilizan en la sustitución del CFC-12, como es el caso del MP39 (401A), MP66 (401B), 409A y en algunas ocasiones mezcla de propano/isobutano (solo para equipos que utilicen menos de 150 gr según Asociation of European Refrigeration Compressor and Controls Manufacters) particularmente utilizados en temperatura, media y baja. Estos refrigerantes solamente se utilizan en equipos usados y no se difundió su uso por parte de los fabricantes, ya que contienen en sus composiciones gases que están controlados por el protocolo de Montreal, esta condición nos lleva a tener diferencias en las eficiencias ya que los diseños de los equipos no están fabricados con las propiedades termodinámicas del refrigerante, entre más tiempo de uso tenga el equipo, la eficiencia y el consumo de energía sufren mayor afectación así como los problemas de fugas se incrementan y si es una mezcla inflamable los resultados pueden ser catastróficos (mezcla Butano/Isobutano clasificación ASHRAE-A3).
Para el caso de los sustitutos directos del HCFC-22 es evidente que los fabricantes de equipo tienen en el AZ-20 y el 134a, a los refrigerantes validados por el ASHRAE como los autorizados para remplazarlo, en lo que respecta a equipo usado el mas importante es el 407C y el 422D los cuales en cuanto a eficiencia son lo mas adecuado de acuerdo a estudios realizados en los laboratorios de EUA tomando en consideración que para la elección de un refrigerante se deben tomar en cuenta que la eficiencia depende hasta cierto punto del refrigerante y que “las características del material como la curva de presión de vapor-temperatura, toxicidad, costo, explosividad y propiedades de corrosión son de mayor importancia que la eficiencia” (Introducción a la Termodinamica en Ingeniería Quimica de Smith-Van Ness) ya que el tener un refrigerante toxico como el amoniaco o un refrigerante explosivo como el propano/butano requiere de instalaciones y condiciones especiales para su uso de acuerdo a las normas de seguridad del país así como una capacitación para su manejo y almacenamiento.
Cuando se requiera realizar una sustitución de un refrigerante por otro, es necesario tener un estudio de las condiciones de los equipos, así como de las propiedades del nuevo refrigerante para establecer los nuevos parámetros de operación del compresor, condensador, evaporador y sistema de control así como las normas de seguridad que la legislación Mexicana exige y para verificar si la eficiencia en el consumo de energía no sufre cambios importantes, adicionalmente a que no existan riegos para las personas y sus bienes.
Es importante recalcar que para tomar la decisión correcta se consideren todas las medidas que se mencionan, porque los equipos fueron diseñados para operar de acuerdo a las propiedades termodinámicas del refrigerante que se especifica en la placa y ningún refrigerante es “igual “ a otro, por lo que el consumo de energía se ve afectado en mayor o menor medida causando un daño indirecto al medio ambiente ya que al requerir mas electricidad estamos enviando mayor CO2 a la atmosfera contribuyendo al efecto invernadero , y la posibilidad de fallas en el equipo con la consecuente emisión de refrigerante a la atmosfera.
El HCFC-22 es un refrigerante cuyo uso esta permitido en México hasta el 2030, y si se utilizan las “Buenas Practicas en Refrigeración” estaremos ayudando tanto al Programa de mejoramiento de la capa de Ozono al recuperarlo, como al Efecto Invernadero al trabajar los equipos con el óptimo desempeño y con la máxima eficiencia.
El contar con información correcta nos ayudará a tomar las mejores decisiones ya desgraciadamente que no hay refrigerantes mágicos y todo requiere de un conocimiento previo, el prepararnos para los cambios nos hará mejores profesionales y nuestro trabajo será más apreciado por nuestros clientes, hay que recordar que una verdad a medias nos puede causar un grave dolor de cabeza sobre todo en pérdidas materiales y podemos dañar el medio ambiente de manera indirecta al tener mayores consumos de energía al trabajar los equipos con refrigerantes para los que no fueron diseñados. Las propiedades termodinámicas de los materiales son únicas, el “se parece” no es sinónimo de “es igual” como a veces lo queremos manejar. Infórmate y capacítate, con eso lograremos contribuir a que nuestra industria de pasos firmes en el apoyo a tener un medio ambiente cada día mejor.
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